La transformación del sistema de producción, de artesanal a digital, es un cambio necesario para ser eficientes y rentables en el mercado actual.
El presente artículo es el primero de una serie preparado por las publicaciones hermanas Metalmecánica Internacional y Reportero Industrial y que lo llevará por los diferentes aspectos a tener en cuenta para ingresar al mundo de la digitalización de la producción.
En pocas palabras: la interconexión directa entre hombres, máquinas y productos.
El concepto de Industria 4.0 comprende las redes inteligentes entre máquinas y procesos en la industria y se soporta en el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación. Una fábrica puede utilizar estas redes inteligentes de muchas maneras, entre ellas pueden estar:
Flexibilización de la producción: La manufactura de un producto requiere el trabajo parcial de muchos procesos intermedios, incluso el trabajo de otras empresas que prestan servicios especializados. En una red digital, estos pasos pueden coordinarse de la mejor manera posible y la utilización de las máquinas y demás recursos puede ser mejor planificada.
Más importante aún, es la base de modelos y servicios comerciales completamente nuevos. Por ejemplo, los fabricantes de moldes y herramental pueden ofrecer a sus clientes “mantenimiento predictivo”: los moldes pueden estar equipados con sensores que envían continuamente datos sobre su estado.
El desgaste puede detectarse y corregirse antes de que conduzca a la falla del molde y el fabricante puede ir preparando las piezas de repuesto con la suficiente planeación. Ejemplos como este se pueden convertir en nuevos servicios.