Industria 4.0, fuente de innovación para la manufactura

El tema central de Expo Manufactura fue el del desarrollo de la Industria 4.0. Muchos de los exponentes y de los conferencistas que se adentraron al tema coinciden en que además de ser un tema eminentemente tecnológico, se trata de un asunto con atributos de í­ndole cultural.

Para Eugenio Godard, director del Campus Tecnológico de IBM en Guadalajara, Jalisco, vivimos una era de incorporación hacia procesos cognitivos. Durante su charla, explicó que “vivimos una revolución que no se notó”, pues la mayorí­a de las personas tenemos teléfonos inteligentes y dependemos más de ellos que de cualquier otro objeto. Cada dí­a, los usamos para acceder y transmitir grandes cantidades de información, información que está alojada en algún lugar del ciberespacio pero que está disponible para comunicarnos no sólo con otras personas, sino con otros dispositivos. Ejemplo de ello son los servicios de banca en lí­nea, reservaciones de restaurantes, hoteles, taxis; o bien, compras en tiendas virtuales, conexión a automóviles, aparatos electrónicos o cámaras de vigilancia; todas ellas, acciones que no requieren realmente de otra persona, sino de otro objeto. Todo esto, indicó, simplemente ha sucedido, sin reparar prácticamente en ello.

Para Godard, el problema estriba en que al menos 85% de la información que hoy está en nubes virtuales de datos no está estructurada. “El Internet de las Cosas tiene un reto, que es cómo dar sentido a todos esos datos. Para hacerlo, se requerirán herramientas metodológicas”. El directivo de IBM explica que en el “Gigante Azul”, como es conocida esta empresa que dejó de hacer computadoras y servidores hace ya varios años, cuentan con 5,000 empleados sólo en el Campus de Jalisco para entender estos procesos.

El método de IBM consiste en cuatro pasos: Identificar y alertar; analizar y entender; interactuar y resolver, y finalmente aprender. “Antes las máquinas eran inhibidores, pero ahora, son claramente facilitadores. La tecnologí­a inteligente está sentada, literalmente, esperando a ver qué se nos ocurre para sacarle provecho”.

Para finalizar la charla, Godard interactuó con un robot de nombre Minerva, que a través de la plataforma Watson (robot cuya fama estriba en haber derrotado hace ya 15 años al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov), sostuvo una conversación ante la audiencia sobre temas completamente improvisados, usando información extraí­da de internet.

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Si ese es el futuro de las “cosas”, entonces, ¿cuál será el paradigma relacionado con el futuro de las “máquinas”?

Miguel Mendoza Machain, director general de Automated Data Systems (ADS), comenta que para entenderlo el mejor ejemplo es Alemania, que “tomó una decisión de paí­s en la que definieron una polí­tica industrial para apoyar a las universidades y a las empresas hacia un desarrollo único de Industria 4.0.” Una decisión, por cierto, de largo plazo.

Mendoza, que participó en un panel sobre la implementación de conceptos de Industria 4.0 en las empresas, explica que la manufactura es el pilar, pero el objetivo es reconvertirla para hacerla funcional en una plataforma tecnológica. “Este proceso de absorción de la tecnologí­a de la información de la tecnologí­a de la manufactura genera un proceso de desarrollo industrial, pero también un proceso cultural, de gente, de automatización, de sistemas y de tecnologí­as de la información”.

Aunque el directivo considera que, de no hacerlo, las empresas pueden quedar fuera de la órbita industrial, adelanta que para su implementación no hay un roadmap como tal, porque se trata de un concepto. “La manufactura actual se puede reconvertir en un proceso donde se interconectan los sistemas de producción internos, desde un torno CNC hasta un vernier y un sistema de adquisición de datos, además de crear nexos de comunicación permanentes tanto con el proveedor como con el cliente”.

Sin embargo, Mendoza sí­ reconoce 3 pasos esenciales: El primer paso es informarse bien, asistiendo a la mayor cantidad de foros posible de los múltiples que existen en la actualidad. El segundo es poner estos conceptos disponibles en la organización, ya sea a través de seminarios, talleres o cursos especialmente diseñados. Por último, el tercer paso es colocar la tecnologí­a al alcance de las personas de la empresa para que se familiaricen. “Aunque sea sistemas demo. Si los empleados empiezan a usarla, de ellos mismos pueden salir nuevas ideas para aplicaciones. El fenómeno de la Industria 4.0 no es únicamente sobre manufactura. Es sobre sistemas de tecnologí­a de información, sobre las comunicaciones, automatización, sistemas de producción y pensamiento automatizado. Es todo junto.”

Por su parte, Armando Villanueva, gerente de operaciones de Sistemas Automotrices de México (Sisamex), considera que “la tecnologí­a está ahí­, pero si no se genera valor o las empresas no están dispuestas a pagarla no sirve de nada”.

La automatización siempre ha existido, siempre hemos buscado cómo hacer que las máquinas sustituyan el trabajo rutinario de los humanos y enfocar el intelecto en desarrollar otro tipo de cosas. Las fábricas de luces apagadas son un buen ejemplo de ello pero por ahora están enfocadas a alto volumen y poca flexibilidad. Esto es, se ajusta la máquina, se coloca un sistema de alimentación, el operador se va a descansar y regresa al dí­a siguiente cuando las piezas ya están producidas. Con el pensamiento de Industria 4.0 es diferente, lo que decimos es que en 24 horas podemos hacer 24 o 100 productos diferentes. El cuestionamiento consiste en cómo hacemos para que el proceso o la máquina se reconfigure de manera automática.

Uno de los grandes retos es que las máquinas y procesos desarrollen auto procesos cognitivos, un aspecto que de manera natural está relacionado con los seres humanos y los animales. En la actualidad, buscamos que los sensores lo desarrollen y auto aprendan. Un bebé, que no sabe el significado de caliente, toca un objeto, reacciona al calor, y la siguiente vez es más cauteloso al tocarlo. Es decir, auto aprendió, se autorreguló. Al final lo que se busca es que los procesos o productos tengan ese mismo proceso cognitivo y ofrezcan el potencial máximo.

Sisamex está apostando a generar valor en las ideas y nuestra estrategia está focalizada en cuatro plataformas tecnológicas desde las cuales mapeamos y desarrollamos nuestros proyectos de tecnologí­a, pero siempre con el toque de negocio. De nada sirve tener el último desarrollo del mundo si no tenemos un cliente. La visión de negocio que los Doctores desarrollen cosas con un fin. Nos inspiramos en el concepto de BMW, en cuyo corporativo de los 4 cilindros, ha logrado establecer esquemas de trabajo en los que integró ya al cliente, al investigador y el recurso. Al enlazar a estos tres, es posible colocar en el mercado un producto con mayor potencial.

Tenemos que enfocarlo a lo que espera el mercado y el cliente. Lo importante es adaptar nuestros productos, procesos o servicios para que se adapten a los cambios del mercado también.

Fabricar procesos de innovación

Jorge Vázquez Murillo, Director del R&D Center México de la firma alemana Continental AG , comenta que “tenemos que entender que estamos tan dispuestos o indispuestos como cualquier otro lugar en el mundo. Si hacemos o no innovación es porque nosotros hemos tomado las decisiones a nivel organizacional o de polí­ticas públicas”.

El experto encargado del área de ingenierí­a y desarrollo en Continental AG apunta que la Industria 4.0 bien puede hacer que las empresas entren en procesos de innovación. Pero es necesario entender esto desde sus bases.

En el caso concreto de la innovación, Vázquez Murillo explica que más allá de la tecnologí­a, en Continental AG han podido constatar que cuando la innovación es gestionada de manera adecuada, la creatividad entonces empieza a generar dividendos importantes. De hecho, ha sido tan exitoso su modelo en México, que generan tantas patentes como en los centros de Continental AG en Estados Unidos y, además del Centro de Guadalajara; pronto abrirán una nueva cede en la ciudad de Querétaro.

Las coincidencias son claras. “La innovación no es un tema de tecnologí­a solamente” advierte Vázquez. “Es un tema de gestión organizacional que requiere tecnologí­a y decisiones por parte de los directivos para que la innovación florezca”.

En Continental cuentan con dos pilares para la innovación. El primero centrado en talleres de innovación y el segundo en el desarrollo de prototipos. “Lo que hacemos diferente es que involucramos estudiantes de diferentes carreras y no solo de ingenierí­a, pues entendemos la innovación como algo que debe tener diferentes tipos de disciplinas. La solución en un problema no es la misma desde la óptica de un psicólogo que de un ingeniero, que de un ingeniero de una universidad o de un tecnológico. Es importante que se tengan siempre diferentes perspectivas”, explica el directivo.

Lo siguiente es que sea exitoso en el mercado. En Continental, para la búsqueda de soluciones, incorporan, además de gente técnica, personal involucrado en el negocio y con sensibilidad hacia los requerimientos del usuario, e inclusive, que sean capaces de discernir sobre necesidades que no están explí­citas en el usuario.

Uno de los principales errores es ver que la innovación da resultados a corto plazo. Lo nuevo tiene que ser desarrollado y eso lleva cierto tiempo. La innovación es un proceso de decantación, se requiere cantidad para obtener calidad. De muchas ideas, sólo una o dos podrí­an ser las exitosas. Esto no es sencillo, pues no estamos educados para fallar. Nos castigan por fallar. Nuestra educación nos ha formado para demostrar que no fallamos y para la innovación tenemos que fallar mucho y rápido, lo cual es un paradigma difí­cil de asimilar. De hecho, los fondos de gobierno asumen que un proyecto va a ser exitoso.

“Tenemos que vencer estructuras mentales. Ser más humildes como responsables de una organización. Abrir las puertas a nuevas generaciones con paradigmas diferentes a los nuestros, pues eso les permite ver cosas que nosotros no podemos”.

La manufactura siempre ha sido una gran fuente de innovación. Más que discutir si debemos entrar o no al nuevo ecosistema de la Manufactura 4.0, debemos empezar a implementar cosas. Jugar con aspectos de conectividad y, desde luego, empezar a cometer errores.

Mendoza Machain, de ADS, sentencia que si bien, México ya es una potencia en manufactura, “quiere decir que nos hemos convertido en muy buenos fabricantes. Yo creo que es un deber ser. Las compañí­as deben tomar esta lí­nea, este pensamiento y mover la industria hacia procesos avanzados de producción”.

“Yo creo que en esta revolución tienen cabida todas las empresas”, asevera por su parte Villanueva, de Sisamex. ”En las empresas pequeñas, por ejemplo, suele haber mucho control financiero pero poco control en el proceso. Ahora es posible incorporar tecnologí­as de mucho menor costo comparado con opciones similares en años pasados, lo que permite establecer sistemas de monitoreo y control relativamente sencillos y que llevan de la mano a las empresas hacia un ecosistema de comunicación propio de la Industria 4.0. Yo aconsejarí­a a los industriales que lean mucho sobre este tema. Si no lo hacemos nosotros alguien más lo va a hacer”.